“Debemos informar a nuestros pacientes de que la isotretinoína es un fármaco muy seguro, con mínimos efectos secundarios cuando es manejado por el dermatólogo; evitando así el miedo infundado que nos puede llevar al retraso en el tratamiento con la consecuente aparición de cicatrices permanentes y antiestéticas.”
DRA. BLANCA FERRER GUILLEN, Residente servicio de Dermatología. Hospital General Universitario. Valencia.
En este estudio se pretende establecer un prótocolo estandarizado de seguimiento basado en la evidencia mediante pruebas de laboratorio en el tratamiento del acné con isotretinoína. Pese a la introducción de la isotretinoína en el tratamiento del acné y su uso extendido desde hace más de 30 años existe variabilidad en la periodicidad con la cual se realizan los controles analíticos y en las determinaciones que se llevan a cabo en los mismos.
Los autores realizaron un estudio observacional retrospectivo en el cual incluyen 515 pacientes con acné vulgar tratados con isotretinoína entre marzo de 2003 y julio de 2011. Se detectó la presencia de leucopenia en el 1.4% y trombocitopenia en el 0.9% de los pacientes durante el tratamiento, con ausencia de repercusión clínica y resolución pese a continuación del fármaco. Por tanto, no recomendaron la realización de un recuento sanguíneo completo de rutina, sino únicamente en caso de presencia de un factor de riesgo. La elevación de transaminasas se produjo en el 3.3% de los pacientes, sin diferencias significativas entre la detección basal en el 1.6% y a los 2 meses tras inicio del tratamiento en el 1.9%. La anomalía analítica más frecuente fue la elevación de lípidos. El 25.8% presentó hipercolesterolemia, de los cuales el 10.3% corresponde de alteraciones basales. El 22.5% presentó hipertrigliceridemia, de los cuales el 7% corresponde a alteraciones basales. En todos los casos se trataba de alteraciones leves o moderadas (máximo grado 2/4) que se controlaron con ajuste de dosis sin necesidad de discontinuar el tratamiento. El tiempo medio hasta la aparición de anomalías fue de 61.9 días para la alanina aminotransferasa, 56.3 días para triglicéridos y 50.1 días para colesterol.
Por todo ello concluyeron que debe realizarse una analítica basal con función hepática y perfil lipídico únicamente y una analítica de seguimiento a los 2 meses tras haber alcanzado la dosis máxima de isotretinoína en pacientes sanos sin factores de riesgo. Si no existen alteraciones analíticas no es necesario llevar a cabo más controles de forma rutinaria. En caso de presentar factores de riesgo, alteraciones analíticas o introducir un nuevo fármaco o suplemento se debe realizar monitorización analítica de forma individualizada, frecuentemente mensual.
La eliminación de pruebas innecesarias supone una disminución del coste económico y del disconfort o preocupación por parte del paciente. Debemos informar a nuestros pacientes de que la isotretinoína es un fármaco muy seguro, con mínimos efectos secundarios cuando es manejado por el dermatólogo; evitando así el miedo infundado que nos puede llevar al retraso en el tratamiento con la consecuente aparición de cicatrices permanentes y antiestéticas.